Sobre ser un escéptico

«Para ser un verdadero investigador de la verdad, es necesario, al menos una vez en la vida, poner en duda todas las cosas.» Descartes

Muchos se han extrañado que el bloc tenga el título que tiene. Así me lo han comentado. Más teniendo en cuenta que para algunos, no para muchos, la razón del camino, la motivación por la cual lo emprenden, es religiosa. Es cierto que lo hubiera podido titular de otra manera., y por mi cabeza pasaron otros muchos candidatos:
– el peregrino cibernético (móvil, tablet, blog, WiFi, red social, whatsapp…)
– un peregrino en paro (entre otros muchos de los que lo hacen en paro)
– peregrinos sin fronteras (por lo de buenos samaritanos)
– qué puñetas hago en el camino (cuestionándome las razones)
– etc.

y muchos más. Siempre con la idea de que iba a emprender un camino singular en este mi camino vital, el que empecé hace ya tantos años y que no pasa un día sin que deje de sorprenderme. Siempre ha salido espontáneamente de mi el ser optimista por naturaleza, encarar la vida tal como viene, sin considerarme víctima de las circunstancias, ni tampoco un privilegiado, alegrándome de lo bueno que me ha pasado, o aceptando con total resignación, con total impotencia, la fatalidad que se cruzó ante mi, y que a pesar de ello me mantuve esperanzado de que el infortunio sería pasajero. Pero la realidad es tozuda y contra ella no se puede hacer nada. Y siendo ya una persona sin fe, incrédula por naturaleza, esta circunstancia hizo que se me haya acusado este modo de ser y de sentir.

DSC_7137_rAlgunas palabras han dejado de tener sentido para mi. La esperanza, la paciencia, la fortaleza… si hubiera tenido fe, ¿hubiera vendido mi alma a dios o al diablo? ¿hubiera cambiado algo en mi vida?
Me decanté por lo que finalmente puse porque pensé, y sigo pensando, que es con este espíritu con el que empecé, hice y estuve haciendo el Camino de Santiago, y también el Camino de mi Vida, en esta vida, llena de enigmas y de cuestiones por responder, si es que pueden llegar a responderse algún día.
Siendo muy pequeño, nunca entendí que se le recriminara a Tomás el Apóstol que exigiera pruebas sobre la resurrección de Jesucristo: Ver para Creer. ¿qué se pretendía con esto? Hombres de poca fe, tened fe y os salvaréis ¿de qué nos salvaremos? ¿del vacío, de la nada, del temor ante lo incierto, ante la fatalidad, del sufrimiento?
Siempre me ha llamado la atención la ‘Autoridad de ciertas personas sobre otras, autoridad que les permite influir y anular, en muchos casos, el libre pensamiento analítico y objetivo. Autoridades en la materia es una expresión común. Pero estas autoridades en la materia, del conocimiento instituido e institucionalizado, suelen discrepar de cualquier avance científico que comprometa su autoridad y su prestigio, y más si cabe viniendo de una persona que no es ninguna autoridad en la materia. Autoridad de los padres sobre los hijos, de los maestros sobre los alumnos, de los curas sobre los parroquianos, de los líderes sobre la masa aborregada… Ni tampoco he entendido, y continúo sin entender, lo de Tener Fe.

A pesar de todo, de ser un escéptico, continúo teniendo esperanza en la humanidad, actúo con toda la paciencia del mundo, no siempre,y trato de ser fuerte y no doblegarme ante este mundo imperfecto pero tan real y desconocido, lleno de enigmas por resolver. No siempre lo consigo. No es fácil ir contra corriente, corriente que es la verdad imperante, la verdad social, la que no admite discusión, ni cuestionamiento.

Pero quizás la palabra escéptico tiende a confusión. La mayoría considera que tiene connotaciones negativas. Cuando para mi es todo lo contrario. Ojalá todos tuviéramos este grado de duda ante cualquier creencia. Las apariencias engañan, y no siempre lo que resulta evidente es lo que realmente ocurre. La ciencia tiene que ser escéptica por naturaleza, los científicos tendrían que ser escépticos por principio, y con todos sus conocimientos. El método científico debe cuestionar siempre lo que deja de cuestionarse, porque cuando desaparece el espíritu crítico y racional, la ciencia y el conocimiento del mundo, y de nosotros, está amenazado de muerte, y con ello la propia humanidad. Sí, ya se que para algunos, la vida verdadera no es la de este mundo, pero ¿qué puedo decir al respecto?

Siempre viviré más feliz con la duda que con los actos de fe. Nunca entenderé la certeza, la seguridad de tantos ante cuestiones incuestionadas e incuestionables. Ni menos entenderé la contradicción de algunos científicos tratando de convivir con la ciencia y con la fe al mismo tiempo o en parcelas distintas. Pero no por ello estoy diciendo que no estoy equivocado. Soy humano y, por tanto, acepto que me equivoco. Y no solo eso, sino que tengo la suerte de poder equivocarme, y seguro que lo hago. Ojalá llegue un día en que se acepte el ERROR, el derecho a errar, como un modo de aprendizaje, de avanzar en el conocimiento y en la verdad.

Escéptico

    • Sinónimos: descreído, incrédulo, indiferente, dudoso, ateo, recelos
    • Antónimos: confiado, creyente

Escepticismo

    • Sinónimos: incredulidad, duda, desconfianza, incertidumbre, indiferencia, apatía, indolencia, suspicacia, recelo, temor
    • Antónimos: credulidad, confianza, entusiasmo

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