Etapa 04 – Y más barro… Revisión

Pamplona – Puente la Reina
«La mayoría de nuestras equivocaciones vienen de que cuando debemos pensar, sentimos y cuando debemos sentir, pensamos». Churton Collins
Hay etapas que te las esperas cómodas, fáciles de realizar y… te llevas un chasco. Si a esto le sumamos por un lado el exceso de confianza en nosotros mismos, barro en los peores tramos y una guinda suplementaria que es ir a visitar una ermita de las que hay que ver pero saliéndote del itinerario, esto es lo que nos ha ocurrido con la etapa de hoy.
Pernoctar una noche más en Pamplona supuso el tener que buscar un albergue en donde pasar la noche. La primera noche la pasamos en el Albergue municipal de Peregrinos Jesús y María, en c/Compañía 4, albergue en muy buenas condiciones, siendo allí donde hicimos la primera colada, aprovechando que había lavadora y secadora. La estancia en el albergue fue agradable, aunque hubo dos anécdotas que considero dignas de contar. La primera fue la de un catalán, abierto y simpático que compartió una de las literas con nosotros, que con el ánimo de agradar se le ocurrió hacer unos comentarios poco afortunados sobre lo insoportable que eran los ronquidos de algunos peregrinos. Afortunadamente, fue suficientemente hábil que el asunto no pasó a mayores, y Carlos ni siquiera llegó a sentirse molesto por los primeros comentarios que soltó este catalán compatriota mío. Y el segundo incidente fue la de unos ciclistas ¿peregrinos? que llegaron un poco bebidos con las luces del dormitorio apagadas, cuando ya la mayoría de los peregrinos estaban acostados y alguno de ellos hasta dormidos. Les entró por hacerse los graciosos y a ver cual de ellos soltaba la mayor gilipollez, con una total falta de respeto hacia el resto de personas que trataban de conciliar el sueño. Así son las cosas con la educación de algunos que dicen que van de peregrinos.
Después de haber insistido en pernoctar una segunda noche en el mismo albergue, algo que no está permitido salvo por circunstancias excepcionales, y no conseguirlo, buscamos otro por los alrededores y encontramos una albergue próximo Casa Ibarrola, que me recordaba, sin ánimo peyorativo, a los hoteles-nicho que todos hemos visto en fotografías y que existen en Japón. Este albergue, privado y más bien pequeño, destacaba por su limpieza, por el trato amable, por los aseos y duchas suficientes y por el desayuno que nos metimos para el cuerpo. El receptáculo-camastro era suficiente y no me dio sensación claustrofóbica. Dormí perfectamente. Tenía en donde poder enchufar el móvil y tableta, un armarito con llave, y una luz.
DSC_3250_wDespués de un día de receso en Pamplona, que no de descanso, a la espera de que Mariola se incorporase temporalmente al Camino, reanudamos el ritmo marcado de una etapa diaria, sin interrupciones. Esta etapa ha sido la primera de Mariola y ha respondido perfectamente.
Nada más salir del albergue hemos ido a recoger a Mariola al hotel Puerta del Camino,   antiguo convento de las Adoratrices y residencia de estudiantes, y hemos retomado el camino sobre las 7:30 hacia el Alto del Perdón.
Sobre el convento de las Adoratrices, decir que las hermanas se instalaron en este lugar en el año 1877, con la misión de asistir a las prostitutas. Pero no solo se las conocieron por su labor asistencial sino que también por sus trabajos y clases de bordados, y en la formación religiosa de jóvenes. De 1960 a 2003 acogió una residencia universitaria y después se transformó en albergue de peregrinos hasta que finalmente una remodelación parcial del solar lo ha convertido en un hotel de 4 estrellas, pero manteniendo parte del convento. En 2007, y después de 130 años de actividad, las últimas 7 hermanas adoratrices que quedaban abandonaron el convento.  Cabe la posibilidad de que la dedicación inicial de asistencia a las prostitutas ya no fuera necesaria y por esta razón decidieran abandonar tan sacrificada vida en reconfortar el alma de las prostitutas.
DSC_3255_wPor el camino nos encontramos, a la altura de Cifur Menor, un peregrino con atuendos de templario. Coincidimos con él solo en esta etapa y no llegamos a averiguar nada de él. Solo dos comentarios al respecto. Cuando paramos a descansar y tomar un pequeño refrigerio coincidió que pasaba por ahí y le ofrecimos de comer y beber, a lo que nos respondió que no tomaba nada durante todo el día hasta que no llegaba a destino. Y el otro comentario que quería haceros fue de que a la altura de cruzarnos con el aguerrido templario le vimos medio oculto entre la maleza cómo se despojaba de sus atuendos. ¿Sería por la cantidad de barro que había en el camino y así podría mantener el atuendo de templario limpio e impoluto? No lo llegamos a averiguar.
DSC_3258_wAproximadamente a 1,5 km de la salida del pueblo nos encontramos con una concha y poste indicador con flecha que apunta a Puente la Reina (17,2Km) y al Alto del Perdón (8,4Km). Tomamos el camino de suave pendiente y a nuestra izquierda podremos ver a lo lejos la iglesia románica de San Martín de Tours de la parroquia de Galar, del siglo XIII. Lástima que se sitúe tan ‘lejos’ del camino, pues bien merecería una visita a su pórtico construido a principios del siglo XIII y que aún se conserva. Pero no podemos ir parando en cada punto singular del camino, pues podríamos estar toda una vida en recorrer este camino tan lleno de riquezas de todo tipo.

DSC_3260_wDSC_3267_wContinuamos avanzando y nos encontramos con otra cruz entre dos bancos, que nos anuncia el fallecimiento de otro peregrino, Koks Frans.DSC_3270_w
DSC_3275_w DSC_3273_wMas adelante, cruzamos la localidad de Zariquiegui donde se encuentra la Iglesia románica de San Andrés (siglo XIII).
DSC_3276_wDejamos atrás Zariquiegui y empezamos a observar los campos anegados de agua con las recientes lluvias, preludio de lo que finalmente temíamos y que nos encontramos: el barro, el barrizal en el camino, tan incómodo y cansino para el sufrido peregrino. DSC_3280_wAfortunadamente, con un buen calzado se minimiza los efectos desagradables. Pero a veces, ni un buen calzado sirve de mucho,y no se puede hacer otra cosa que  tirar por el camino de en medio que no es sino el campo a través, bordeando el camino, para evitar llenarse hasta las rodillas de barro o atascarse en un enorme barrizal. Tengo la fortuna de ir con unos bastones que me ayudan a mantener el equilibrio al cruzar el barrizal. Solo me faltaba que resbalase y me diera de bruces contra el suelo.
Pero no todo son pegas. El campo estaba inmensamente verde para el espiritual gozo del peregrino.
DSC_3286_wNos fuimos acercando progresivamente al Alto del Perdón a duras penas, entre el barro de las pronunciadas pendientes y los molinos, que veíamos a lo lejos, se fueron transformando en feroces monstruos de desafiantes palas que no dejaban de girar y de producir un ruido perturbador. Bueno, no era para tanto. Pero podías llegar a imaginarte lo que pasaría si una de estas palas se descolgase y cayese sobre el infortunado peregrino que pasase en aquel momento por allí. A pesar de las tenebrosas nubes, no nos llegó a llover en todo el día.
DSC_3291_wPor el camino, mientras ascendíamos, hubiéramos tenido que encontrarnos con la fuente de la Reniega o de  Gambellacos. Pero no fue así. He tratado de buscarla por Internet, he encontrado fotos, referencias, etc. pero he sido incapaz de ubicarla.
Cuenta la leyenda que Lucifer disfrazado de un apuesto joven, viendo en el maltrecho estado en que se encontraba un sediento peregrino tratando de alcanzar en pleno verano el puerto de Erreniega o Alto del Perdón, se acercó a él para tentarle con la promesa de llevarle a una fuente próxima en donde pudiera saciar la sed y recuperarse del cansancio, siempre que renegase de su fe. El peregrino resistió el primer embate y el diablo continuó tentándole, pero ahora con la renuncia del peregrino a la Virgen María, a lo que tampoco accedió. Finalmente, el diablo lo tentó por tercera vez, con la única condición de que renegase del Apóstol Santiago si quería beber tan preciado líquido. El peregrino, cada vez más agotado, rehusó el ofrecimiento del diablo y para fortalecer su fe se puso a rezar, consiguiendo que el Apóstol Santiago apareciese, ahuyentase al diablo y haciéndolo desaparecer entre una nube de azufre, haciendo que en el que se encontraba el peregrino brotase agua cristalina y refrescante con la que el peregrino pudo saciar su sed y continuar ascendiendo. Hay otros que la cuentan de otra manera, pero todos apuntan a que la fuente de la Reniega fue obra de un milagro de Santiago el Apóstol.
DSC_3288_wY por fin llegamos al Alto del Perdón, en donde destaca una hilera de figuras que constituyen el Monumento al Peregrino. El monumento es obra del artista Vicente Galbete, y representa la evolución de los peregrinos del Camino a lo largo de su historia. Y rememorando el momento a través de las fotos, podemos observar a los peregrinos que muchos de ellos fueron compañeros durante tan largo viaje, el que duró hasta que llegamos a Santiago. Aunque con algunos ya habíamos coincidido en Saint Jean Pied de Port y en Roncesvalles.
DSC_3289_w DSC_3290_w DSC_3293_w DSC_3292_wEl Alto del Perdón, que es un alto no muy alto, ya que solo tienes que remontar unos 400m de desnivel, se encuentra situado a mitad de etapa. Como ya he indicado, poco antes de llegar, el camino lo encontramos hecho un barrizal, resbaladizo, que tienes que sortear como puedes. En este tipo de recorrido recomiendo el uso de bastones para mantener el equilibro y evitar ir al suelo. Las vistas desde el Alto son fantásticas, gozando de una visión privilegiada.
En este privilegiado lugar existió, desde el siglo XII, una ermita dedicada a la Virgen del Perdón y un hospital que asistía a los peregrinos que pasaban por el lugar, manteniéndose ininterrumpidamente hasta el siglo XIX.
DSC_3294_wUn poste indicador nos anuncia que solo nos queda recorrer 10,3 Km para llegar a Puente la Reina. Bien cierto sería si no hubiéramos pensado desviarnos para visitar la Iglesia de Santa María de Eunate.

La bajada no ha sido más fácil que la subida pues ha sido por una escorrentía, con ausencia casi total de barro, pero que en su lugar estaba lleno de cantos rodados sueltos, de tamaños diversos, y que tenías que evitar pisar mal para así no torcerte un tobillo y caerte al suelo y rodar. Es conveniente en las bajadas ir a un ritmo pausado, frenando y ayudándote de los bastones.
El campo está radiante. Aparecen los primeros rayos de sol haciendo que el verde de las praderas brille ante nuestros ojos. Será por el espectáculo campestre, será porque ya son las once y media pasadas, pero decidimos parar a tomarnos nuestro desayuno de media mañana. Esta vez nos acompañan Cristina, la sevillana, Marta, argentina afincada en Menorca, y Luis, también menorquín, que tan buena compañía nos dieron durante muchas etapas a partir de este primer encuentro.
DSC_3296_w DSC_3297_w DSC_3300_w DSC_3301_wEn algunos tramos del camino no solo nos encontramos con la incomodidad del barro sino que también pudimos observar la fuerza de la lluvia y el agua capaz de llevarse por delante cualquier cosa que se encuentre por donde discurre.
DSC_3306_w DSC_3309_w DSC_3308_wCruzamos Uterga, pequeño municipio de menos de 200 habitantes, y continuamos andando hasta llegar a Muruzábal. En este punto decidimos si desviarnos a visitar la ermita de Santa María de Eunate o continuar directo hacia nuestro destino. Si nos desviábamos suponía realizar unos 4 Km más. Después de casi 6 horas que llevábamos de etapa nos entraron las dudas. Mariola, que era la primera etapa que realizaba y que ha estado caminando a un ritmo muy bueno, decide por precaución ir directamente a Puente la Reina, no fuera que los excesos la perjudicasen nada más empezar con la primera etapa.
Nosotros nos desviamos del camino hacia la izquierda, tiramos por las calles del pueblo cruzándonos con la Iglesia parroquial de San Esteban, del siglo XIV la parte más antigua, y el Palacio del Marqués de Zabalegi, del siglo XVII. Para más información sobre estos edificios, ir aquí.
DSC_3320_wPor fin llegamos a la ermita de Santa María de Eunate, iglesia románica del siglo XII y de planta octogonal y galería porticada de 33 arcos, que dicen que la mandaron construir los Templarios. Se haya situada en la confluencia de los caminos de Santiago que provienen de Somport y de Roncesvalles y se considera que también hubo un hospital de peregrinos.
Dejamos atrás la ermita y nos encaminamos hacia Obanos, la villa de los Infanzones, en donde retomaremos el camino francés.
DSC_3328_wDestacaremos la Iglesia de San Juan Bautista, que en 2012 celebró su centenario. La iglesia es de reciente construcción, y de estilo neogótico. La anterior iglesia, de estilo gótico de majestuosos pórticos e interesante retablo renacentista, tuvo que ser derruida dado su mal estado de conservación, aprovechándose las portadas del siglo XIV, la torre y la bóveda principal del siglo XIII, los arcos del pórtico, y de su interior una imagen románica del siglo XIII de Nuestra Señora la Blanca, la pila Bautismal, y algunas esculturas del antiguo retablo del siglo XVIII obra de Juan de Anchieta.
Obanos también es famosa por su Misterio. Según cuenta la leyenda, Santa Felicia, hermana del Duque Guillermo de Aquitania, peregrinó a Santiago y fue tanto su fervor religioso que a su vuelta decidió hacerse eremita y quedarse en Amocain. Ante la negativa de su hermana de volver a la corte, tan enojado se puso el Duque Guillermo que le da muerte. Fue tal su remordimiento que se arrepiente, peregrina a Santiago y a la vuelta decide expiar sus pecados en Obanos.
Nos quedaba menos de 2 Km para llegar a destino: Puente la Reina. Estábamos a punto de finalizar nuestra cuarta etapa, con un total de 26,7 Km en poco más de 7 horas y media. No estaba nada mal.
DSC_3336_wComo en muchos puntos del Camino no era extraño encontrarse con nidos de cigüeñas en lo alto de los campanarios. Este nido estaba situado en Puente la Reina.
El albergue al que fuimos, Jakue, era también hotel, y estaba situado a 1 Km del casco urbano de Puente la Reina entrando desde Pamplona. Diríamos que fue aceptable. La ventaja de pernoctar en este lugar, aparte de que nos lo recomendaron, fue la de tener un restaurante en el que pudimos cenar copiosamente, y también el de poder desayunar en el mismo lugar. En cambio, los dormitorios no tenían enchufes donde poder cargar los móviles. Tenías que ir buscando tomas de red por las distintas dependencias que tenía el complejo. El comedor del restaurante, a la hora de la cena, estuvo bastante concurrido de peregrinos, siendo algunos con los que coincidimos durante multitud de etapas.
DSC_3340_wEn el otro extremo de la villa se encuentra el famoso puente románico sobre el río Arga. Dicen que este puente fue construido por la reina Doña Mayor, esposa de Sancho el Mayor, y de ahí el nombre de la villa. Pero también dicen que deriva de Pons Rune, en donde Runa era el nombre que tenía el río antes de que se denominase Arga. DSC_3346_w DSC_3349_w DSC_3352_w DSC_3358_wHoy Rafa, como buen samaritano que es, se ha dedicado a dar consejos a todo peregrino que iba sin aliento, tanto chico como chica, instruyéndoles en el modo de llevar la mochila. Puede ser que hoy haya batido el récord. También practica magistralmente el arte de contar chistes pero traduciéndolos al inglés o al francés. Tiene mérito y éxito. Estoy pensando en abrir una sección de chistes en diferentes idiomas. Como también de canto. Cantamos mucho durante el camino. Ya sabéis el dicho de cuando el español canta, o es que anda muy jodido o poco le falta.
En la siguiente imagen se puede observar una representación en 3D del recorrido realizado. Si pulsamos sobre la imagen podremos ver con mayor detalle el recorrido realizado.
Pamplona-PuenteLaReina
El perfil del recorrido fue fue el siguiente:
Perfil-pamplona-puenteEsta entrada es una revisión de la entrada original a la que he añadido fotos y texto. El original se encuentra aquí.
Y el siguiente fichero contiene el trazado para poder visualizarse en Google Maps:
Pamplona-Puente la Reina
entrada original a esta etapa

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8 respuestas a Etapa 04 – Y más barro… Revisión

  1. Cathy Walker dijo:

    Dear Juan,
    These photos and commentary are so excellent. They really help to explain the history of these places on the Camino. Your blog brings back so many happy memories of such an interesting trip. Thanks very much for posting these revisions.
    Cathy from Vancouver, Canada

    • Cathy,
      Thank you very much for your comments. I try to do the best. And after all this time, 6 months ago, it is not easy to remember quite well all we lived in the Way.
      Kind regards,
      Juan

  2. marta dijo:

    HOLA JUAN QUE ALEGRIA ME DIO RECORDAR AQUELLA HERMOSA AVENTURA,GRACIAS POR INCLUIRME EN TUS ANECDOTAS LA VERDAD QUE JUNTO CON CRISTINA FUERON LOS MEJORES PEREGRINOS QUE TUVE LA GRAN SUERTE DE CONOCER.UNA COSA DE MENOR IMPORTANCIA SOMOS DE MENORCA,MALLORQUIN ERA EL QUE LLEVABA EL ATUENDO BLANCO DE TEMPLARIO Y QUE TAMBIEN CONOCIMOS EN ESTA ETAPA Y NO VOLVIMOS A VER,Y AL LEER ESTA ETAPA ME ENTERO QUE UDS LO VIERON QUITANDOSE EL ATUENDO.
    UN GRAN ABRAZO JUAN DALE RECUERDOS A RAFA Y CARLOS Y HASTA LA PROXIMA.

    • Marta, gracias por tu comentario y discúlpame por ubicaros en otra de las islas. No sé cómo pude equivocarme. Si no te importa, lo corregiré en la entrada del blog.
      No llegué a averiguar más del caballero templario menorquino. ¿Sabes algo de él? ¿Sabes si recorre el Camino fecuentemente?
      Un abrazo
      Juan

  3. vicky dijo:

    me ha encantado tu narración y las fotos expectaculares!!!

  4. Johnd739 dijo:

    Aw, this was a very nice post. In thought I want to put in writing like this moreover taking time and actual effort to make an excellent article but what can I say I procrastinate alot and not at all seem to get something done. eaeecefeakbb

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